El liderazgo y la bondad, una cuestión evolutiva.
Una posición de liderazgo es una invitación a crecer como persona. El líder no nace, se hace. Es un reto enorme, y requiere un esfuerzo enorme, porque se va a dar con sus propios límites. Y a nada le ponemos tanta resistencia como a luchar contra nuestros propios límites. Implica por tanto mucho esfuerzo personal, empezando por mirarse.
Por eso, ayudo a directivos que ya tienen un fuerte deseo por aprender, conocerse y mejorar constantemente, y en primer lugar, como persona. Y les ayudo en primer lugar, a verse.
Ayudo a directivos para que puedan incidir positivamente en la cohesión de sus equipos de manera que sientan un fuerte sentido de pertenencia que les de el empuje que necesitan para remar en una misma dirección, apoyándose los unos en los otros, compartiendo información, haciéndose el trabajo mas fácil, preservando unos valores y principios elegidos por todos de común acuerdo, como estandarte de su identidad.
Ayudo a directivos en la creación de entornos ágiles en las circunstancias inciertas y cambiantes en las que vivimos, para que puedan redirigir la ruta de una manera flexible, con la rápida colaboración y la predisposición de todos a hacerlo, porque ya están preparados, en actitud, y entrenados, en práctica, en esta bendita era de la disrupción, sinónimo de "invitación a crecer”, que también llamábamos ya VUCA, y como si fuera poco, ahora aparece el COVID.
Ayudo a directivos a conseguir multiplicar sus resultados y ver con satisfacción crecer su negocio como fruto de haber consolidado una buena base, donde los cimientos no pueden ser otros que valores certeros e inamovibles, empezando por la bondad, la generosidad y la autenticidad, y entendiendo en profundidad lo que estos términos significan.
Ayudo a directivos a tener equipos motivados, comenzando por entender que una persona solo puede estar motivada cuando se siente vista y reconocida, y que para que esto ocurra no es suficiente una nómina. Los seres humanos necesitamos sentirnos vistos a un nivel más profundo, a un nivel más humano, y para eso no necesitamos tener cierta escucha y cierta bondad en la mirada, una actitud de "interés desinteresado", o sea, un interés real por el otro, que se traduce en atención y vínculo verdadero. Si la finges, se nota. Estará, a ratos sí, a ratos no. Se nota. Estará, con unos sí, con otros no. Se nota. Si no la tienes, puedes recurrir a los viejos estilos de liderazgo, o estos estilos recurrirán a ti, ya en forma de buenismo paternalista y protector o rígidos y tiránicos, pero ahí no hay liderazgo. Puede que estos perfiles tengan poder, pero nunca liderazgo. Lograrás algunas metas, sí, alcanzarás algunos hitos, sí, pero tarde o temprano emergerá en ti esa parte cínica, tirana, egoica o manipuladora que consigue cosas por la vía rápida, y eso, querido CEO, no es liderar.
La humanidad está siendo llamada a dar un paso evolutivo más, y esto solo se puede hacer trabajando en los cimientos: los valores que nos mueven y que nos sustentan. Este es el significado más profundo de las palabras de moda, de la palabra DISRUPCIÓN, de la palabra VUCA o de la palabra COVID. Las tres en esencia nos llevan al mismo lugar. Mira hacia dentro, profundiza, simplifica, extrae la clave y ahora, da un paso más. Ve a más. Da más. Llega a más. Evoluciona. No hay otra opción.
Una posición de liderazgo es una invitación a crecer como persona. No existen líderes buenos, si no son primero buenas personas, con altos valores y bien arraigados. Lo estamos viendo... Crecer como persona por tanto, desarrolla tu liderazgo. Y desarrollar tu liderazgo, implica conocerte y crecer.
Y según tú…
¿Cuáles son los 3 valores más importantes que un líder debe tener?
¿Qué estilo de líder crees que necesitaríamos hoy en día en la situación que estamos viviendo?
¿Crees que es más necesario el líder ejecutivo o el transformacional?
Por cierto, qué bueno haber escrito un artículo sobre liderazgo, sin haber mencionado la palabra empatía, aunque sí esté.
Nuria Moreno
HR & Talent Consultant
666 659 255
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