Mi pasión: impulsar a otras personas a conectar con su talento
Madrileña de nacimiento y ciudadana del mundo por naturaleza, fundamentalmente curiosa y viajera, soy una persona entusiasta y emprendedora. Quizá debería haber estudiado sociología o antropología, pues allá donde voy termino alejándome del turismo y acercándome a las tribus étnicas del lugar, probablemente porque llevo en mí una búsqueda de lo auténtico, de lo genuino, del origen de las cosas. Sin embargo, fue Filología Inglesa lo que estudié y con esta excusa, la de viajar, aunque también motivada por mi otra pasión, los idiomas, que me permiten traspasar las fronteras y hacerme una más del lugar.
A continuación estudié Traducción en Alemania. Este país me ofreció todo con lo que se puede esperar a nivel formación, y además me dio la base geográfica ideal desde donde... ¡moverme! Germersheim, un pequeño lugar donde nació la primera base de interpretación de idiomas, que luego dio lugar a una de las mejores universidades de traducción e interpretación, era una auténtica torre de babel. Allí estudiaban chinos, árabes, griegos, franceses, italianos, rusos, americanos… ¿que más se puede pedir? Fui muy feliz en este país en el centro de Europa que me permitió desarrollarme en un entorno lleno de incentivos.
A mi vuelta a España, en el 2004 empecé a interesarme por otros idiomas que ahora llamo lenguajes del alma: el estudio del comportamiento y desarrollo humano.
Empecé por el cuerpo, y en un territorio algo menos ordenado que mi pasado germano. Alemania me dio la estructura, la disciplina, el tesón, el gusto por las cosas bien hechas, La India, el fluir.
Allí estudié masaje ayurvédico y desde el cuerpo a la mente, pasando por las emociones, empecé a conectar diferentes mapas de conocimiento desde donde acceder a la comprensión de la condición humana: constelaciones familiares, terapia craneosacral, voz y movimiento,
coaching personal, inteligencias múltiples, mindfulness, desarrollo de la creatividad. Estos entre muchos otros, fueron dándome diferentes enfoques de mirar y entender a las personas, por dentro y por fuera, por lo que parece y por lo que son, hasta dar con la Comunicación No Verbal que aúna todos estos aspectos.
La CNV es una herramienta que nos permite analizar las competencias, temperamentos, forma corporal, mapas mentales, microexpresiones, posturas, movimiento, voz y gestualidad de las personas. Relacionamos cada una de estas
partes con las demás dándole un enfoque holístico, y las ponemos en contexto, en lo que ocurre aquí y ahora, y en lo que la persona necesita saber aquí y ahora, dándole un enfoque sistémico.
Mi objetivo cuando trabajo con CNV, ya sea para empresas o particulares, es el desarrollo y crecimiento de las personas. Que cada
uno desarrolle al máximo todo su potencial tanto en el trabajo como en la vida personal. Para esto es necesario integrar aquellos aspectos de los que no somos del todo conscientes y sobre los cuales la CNV nos da mucha información en pocos segundos.
La CNV es un idioma universal, todos entendemos este idioma. Es el primer idioma que aprendemos y a un nivel más o menos consciente, todos lo dominamos y utilizamos. El ser humano no puede no comunicar. Este idioma que tenemos asimilado opera en gran parte a un nivel semiconsciente o totalmente inconsciente. Revelar su significado y llevarlo de nuevo al terreno de lo tangible, de lo concreto, o sea, de lo consciente, de todo aquello que podemos definir y acotar con palabras, nos permite realizar grandes avances. La CNV es una clave para evolucionar.
Es difícil encontrar un sector donde no sea útil descodificar el lenguaje corporal.
¡Te invito a conocerlo!